En términos súper simples, una cadena de bloques es un archivo de computadora para almacenar datos o en palabras más complejas es un libro de contabilidad abierto y distribuido (base de datos), lo que significa que los datos contenidos en la cadena de bloques se distribuyen (duplican) en muchas computadoras y, por lo tanto, están descentralizados.
Esta descentralización es una de las cosas que hace que blockchain sea tan transformadora. A diferencia de una base de datos centralizada tradicional, donde los registros son procesados por un administrador central (por ejemplo, una empresa o un gobierno), toda la cadena de bloques es transparente y los datos se verifican por consenso del usuario.
Sin embargo, a pesar de esta transparencia, las cadenas de bloques son increíblemente seguras. Eso se debe a que no hay un punto central de ataque al que puedan apuntar los piratas informáticos.
Es descentralizado, repartido y realmente suena un poco parecido a Bitcoin y es que el Blockchain es la tecnología que sustenta Bitcoin y fue desarrollada específicamente para Bitcoin.
Entonces, Bitcoin fue el primer ejemplo de blockchain en acción y sin blockchain, no habría Bitcoin. Es por eso que los dos nombres se usan indistintamente con tanta frecuencia.
Pero eso no significa que blockchain y Bitcoin sean lo mismo.
Bitcoin es una moneda digital descentralizada, o un sistema de pago electrónico entre pares, en el que los usuarios pueden transferir bitcoins de forma anónima sin la interferencia de una autoridad externa (como un banco o un gobierno). Sin embargo, Bitcoin es solo un ejemplo de una criptomoneda; otras redes de criptomonedas también funcionan con tecnología blockchain. Entonces, aunque Bitcoin usa la tecnología blockchain para intercambiar moneda digital, blockchain es más que solo Bitcoin.